Araceli Segarra, la primera mujer española que escaló el Everest mientras rodaba un documental en formato IMAX y tras asistir en el rescate de la peor tragedia de la historia de esta montaña, donde un total de 13 personas murieron, es un ejemplo inspirador de determinación y logro de objetivos. A lo largo de los años ha sido capaz de combinar el alpinismo con su actividad como modelo, presentadora y escritora.
En sus conferencias, Araceli Segarra utiliza su experiencia escalando el Everest y la historia de la montaña más alta del mundo como una metáfora para valorar cómo la naturaleza humana se expresa al límite en condiciones extremas, y cómo extrapolar esto a la empresa y a la vida en general.
Entre otros temas, sus charlas hablan sobre la motivación, la toma constante de decisiones basadas en las alternativas que se presentan durante un ascenso, la actitud para conseguir buenos resultados, la ruptura con los paradigmas o ideas preconcebidas que nos limitan, el logro de objetivos, el éxito y la innovación para obtener mejores resultados.
Como modelo ha participado en reportajes y campañas publicitarias para televisión y revistas como Vogue, Elle, Telva y El País Semanal, en España, y Glamour, en Estados Unidos, o Figaro, en Francia.
Rodar un documental en IMAX sobre el Everest en 1996, invitada por una expedición americana, en 1996 le permitió convertirse en la primera mujer española en conseguir la ascensión a la cima más alta del mundo. En 2007 participó en otro ascenso al Everest, rodado con cámaras 3D. También protagonizó un programa de televisión en Escocia para la BBC, The Great Climb.
Ha sido cámara y fotógrafa en Expedition Alaska, un documental de Discovery Channel sobre el Cambio climático, y ayudante de cámara en el rodaje de Siete años en el Tibet, protagonizada por Brad Pitt.
Dedicada al alpinismo desde los 15 años, es la autora e ilustradora de tres cuentos infantiles, parte de una serie titulada “7 cumbres”: Tina en la Antártida: el continente blanco, Tina en el Everest: el techo del mundo y Tina en el Aconcagua: el centinela de piedra.
