Dilma Rousseff es una política brasileña y primera presidenta mujer de este país.
Durante su presidencia, Dilma Rousseff centró su agenda en garantizar la estabilidad económica del país y en la creación de empleo, así como en la reducción de los índices de pobreza. En el ámbito exterior, hizo esfuerzos por garantizar el respeto por los derechos humanos, la paz y una política no intervencionista. Se fortalecieron a su vez los organismos dedicados a la lucha contra la corrupción. Asimismo, Dilma Rousseff puso en marcha una comisión para la investigación de las desapariciones y abusos de derechos humanos durante la dictadura militar. En 2016 abandonó el cargo tras sufrir un polémico y politizado proceso de impeachment, que se produjo solo un año y medio después de su reelección como presidenta.
Su relación con el Partido de los Trabajadores comenzó en 1999, cuando se afilia y trabaja en el gabinete de la campaña presidencial de Lula da Silva. Durante el mandato de Lula, Rousseff fue ministra de Minas y Energía y presidenta del Consejo Administrativo de la empresa petrolera estatal Petrobas. Posteriormente, se convertiría en la jefa de gabinete del presidente y la candidata elegida por Lula para sucederle en el cargo. Participó activamente en la administración de Lula da Silva como coordinadora de sus políticas sociales y de infraestructura. Como ministra y después presidenta ayudó a la creación del BRICS y a la cooperación con los países latinoamericanos, africanos, de Oriente Medio y de Asia.
Rousseff había comenzado su andadura política ostentando los cargos de secretaria de Finanzas de la ciudad de Porto Alegre, más tarde como secretaria de Energía, Minas y Comunicación del estado brasileño de Rio Grande do Sul, entre otros.
En su juventud, Dilma Rousseff se opuso activamente desde organizaciones políticas a la dictadura militar que asoló Brasil entre 1964 y 1985. Durante esta oposición, en 1970, con 22 años, Dilma fue capturada bajo cargos de subversión y sufrió torturas durante los tres años que duró su encarcelamiento. Tras su liberación, se graduó en Económicas por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul.
Su experiencia al frente de una potencia como Brasil otorga a Dilma Rousseff una posición y visión única sobre la coyuntura política y económica de América Latina, su proyección internacional, el papel de las potencias emergentes en el nuevo orden global y la gestión en un contexto de crisis. Además, su incansable postura reivindicativa la convierten en un referente en la defensa de los derechos humanos.